12.1.09

"...y que disfruta de pasearse por la casa habiéndose sacado tanta ropa especialmente para tal actividad. Le parece enternecedor saber al posible vecino postrado espiándola, a escondidas de su esposa, sus hijos, su hacinamiento cruel, su diagnóstico. Le parecen terneros los hijos del vecino, ya no tan adolescentes, esos chicos cuyas virtudes crecen con el reguetón, de corte de pelo tan estrictamente maquinal en la nuca, con esa novias erectas con las que chapan en la puerta todas las tardes. Pero todo queda allí. En algo personal."